Este 2024, Industriales cambió la historia.En 62 ediciones de Series Nacionales en Cuba ningún equipo logró darle vuelta a un 0-3 en contra con cuatro victorias seguidas. En 2016 Pinar quedó como el elenco que más cerca estuvo de la hazaña pero perdió el séptimo juego frente a un fenomenal Dachel Duquesne.
“Yo siempre le he dicho a los muchachos que el play off lo gana quien primero llegue a cuatro triunfos”, expresó feliz Guillermo Carmona a la periodista Brita García al término del partido siete en la grama del Estadio Guillermón Moncada.
Industriales a partir del juego cuatro
Otra gran apertura del derecho Maikel Taylor fue fundamental para ver a los Leones realizar una gesta sin precedentes en la pelota cubana. El diestro le lanzó en par de partidos a las Avispas y apenas le promediaron AVE de 166 (11H en 66VB) y dejó un PCL de 0.52 (1CL en 17.2INN).
A él se suman las labores de Andy Vargas como abridor del cuarto encuentro, siendo este el duelo en el cual arrancó la remontada. A partir de entonces surgieron varios protagonistas no esperados en la resolución definitiva del choque entre Leones y Avispas.
Actuaciones sorpresas en los Leones
Carlos Cuesta asumió importancia durante los duelos cuatro y cinco con sólidas salidas desde el bullpen. El pasado miércoles 3 de julio el joven pitcher azul se subió al montículo en el inicio del sexto con un out en la pizarra y dos hombres en las almohadillas. Obligó a Labrada a fallar con un fly y a Eduardo García en rolling por la intermedia.
En sus dos presentaciones a partir del cuarto juego solo le conectaron dos imparables en 16 veces al bate. Además, en 4.2 episodios los rivales no pisaron el plato y apenas regaló una base por bola. Junto a él, el zurdo Yordan Bustamante (6VB, 1H, 1C, 1K, 0BB, 2.0INN) resultaron héroes azules.
No se puede resumir lo alcanzado por Industriales entre el cuarto y séptimo partido sin mencionar a José Ernesto Pérez. Durante la etapa clasificatoria se convirtió en uno de los cinco abridores debido a las sabidas ausencias, ofreciendo un rendimiento positivo.
Si bien sus números en la seguidilla de victorias de los Leones no superan a los lanzadores antes mentados, Pérez pasó a los libros como el pitcher que cerró y salvó el juego siete. En la noche del seis de julio no recibió hits tras medirse a cinco indómitos. Un boleto y cuatro batazos por el cuadro fue la labor del inexperto serpentinero.
Con el madero también aparecieron piezas de esas con las cuales no crees que comandarán apartados colectivos dentro del equipo. Roberto Acevedo remolcó en todo el play off contra Santiago de Cuba la misma cantidad que el cuarto en line-up, Yasmani Tomás. Ambos sumaron un total de siete.
Ahora, el rendimiento del utility azul fue en crecimiento cuando los suyos comenzaron el sueño llamado imposible. En las cuatro victorias consecutivas de los Leones el torpedero en dichos partidos dejó AVE de .391 (9H en 23VB). Anotó en cinco ocasiones y empujó cuatro compañeros.
Acevedo se estableció como primer bate de una novena que tuvo a Roque Tomás casi toda la temporada en esas funciones. Quizás el hermano menor de Yasmani se cansó en el tramo final de la fase regular, lo cual obligó al manager de Industriales a buscar variantes para cambiar la dinámica del conjunto.
A la altura de la circunstancias se presentó en turnos importantes el novato Dayron Miranda. En el juego evidenció algo de nervios, pero después de salir como emergente en el duelo tres e igualar la pizarra con hit al central en el final del noveno inning con dos outs, su realidad giró 180 grados.
Sus seis imparables en 18 turnos al plato los conectó en varias situaciones claves a partir del primer éxito del elenco capitalino. Un triple suyo silenció el Guillermón e impulsó las dos carreras que a la postre representaron la ventaja decisiva para el triunfo de Industriales el día sin mañana para los dos equipos.
Superioridad colectiva de Industriales
No solo las individualidades propiciaron la remontada de Industriales ante Santiago de Cuba. De forma general y también durante los últimos cuatro encuentros los vencedores se mostraron con cifras colectivas por encima de su víctima.
En el aspecto ofensivo, la tanda capitalina promedió en los cuatro choques ganados por los habaneros para .314. Además de los dos jonrones de Tomás en ese período, dispararon seis dobles, algunos de Santoya o el relevante de Oscar Valdés en el sexto enfrentamiento.
En total (6(2B), 4(3B), 2HR) un detalle no menor pues superaron a las Avispas cuya producción de extra-bases quedó en ocho. Por cierto, los orientales apenas acumularon un AVE de .257 con solo un cuadrangular en las cuatro derrotas seguidas.
Desde el montículo la situación no fue diferente. El pitcheo azul consolidó la posibilidad de hacer historia al permitir 12 carreras, nueve de ellas limpias en los cuatro juegos finales. Junto al excelente PCL de 2.18 en 37.0 episodios los serpentineros de Industriales poncharon a 25 rivales y otorgaron 13 boletos.
Dichas cifras mejoran el rendimiento del staff santiaguero en ese mismo espacio de tiempo. Un total de 22 anotaciones, 16 de ellas limpias dio como resultado un PCL de 4.11. A ello se deben agregar las 16 bases por bolas y los 20 ponches en 35.0 capítulos.
Siendo sinceros y aunque los números no sean ni lo digan todo, los Leones son justos ganadores de un play off que ya está en los libros de historia de nuestro béisbol. No obstante, más allá del vencedor, se vivió un Clásico motivante, cerrado y de mucha tensión en todos los encuentros.
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