El estadounidense Shelby McEwen protagonizó este sábado uno de los momentos más insólitos del atletismo en los Juegos Olímpicos de París 2024, y esta vez no fue el tiempo o la marca lo llamativo de la situación.
En el cierre de los eventos de campo y pista celebrados en el Stade de France. La final del salto de altura masculino acaparó la atención de aficionados y expertos. La prueba se fue desarrollando y algunos de los favoritos fueron quedando en el camino, el campeón olímpico, Gianmarco Tamberi, aquejado de problemas renales, apenas pudo superar los 2.24 metros; mientras que el coreano Sanghyeok Woo, bronce en el mundial bajo techo este propio año, no logró sobrepasar los 2.31 m.
La definición de las medallas se produjo en los 2.36 m, allí quedó eliminado el italiano Stefano Sottile, lo que le aseguró el tercer puesto al qatarí Mutaz Essa Barshim, que con 2 foul renunció para ir a los 2.38 m, donde ya estaban instalados, el neozelandés Hamish Kerr y el estadounidense Shelby McEwen.
Nadie pudo superar los 2.38 m, por lo que Mutaz Essa Barshim, campeón defensor, tuvo que conformarse con el metal bronceado. Sin embargo, Hamish Kerr y Shelby McEwen estaban igualados en la primera posición, habiendo ambos superado la altura inferior (2.36 m) en su primer intento y con dos fallos acumulados por cada uno durante la final.
Según las reglas de esta prueba, en estos casos la desición queda en manos de los competidores involucrados en el empate, de mutuo acuerdo pudieran compartir lo más alto del podio, tal y como sucedió en Tokio 2020 cuando Tamberi y Barshim decidieron quedarse ambos con el metal dorado, pero esta vez el estadounidense McEwen prefirió seguir en competencia hasta definir un ganador.
Shelby McEwen perdió el título Olímpico ante una controvertida decisión
De esta forma hubo que ir a las rondas de desempate, a un solo intento comenzado por la última altura alcanzada por la varilla (en este caso 2.38 m) y de mantenerse la igualdad se rebaja dos centímetros hasta determinar un ganador. Tanto el neozelandés como el estadounidense fallaron sus intentos en 2.38 y 2.36.
Shelby McEwen tumbó nuevamente la varilla en los 2.34 metros, altura que si logró sobrepasar Hamish Kerr para quedarse con el título y dejar en medalla de plata al saltador de los Estados Unidos, casualmente quién no quiso compartir la presea dorada.
No son comunes estos tipos de desenlaces en el deporte, pero llama la atención que por dos Juegos Olímpicos consecutivos ocurre en el salto de altura y sin embargo el final ha sido completamente diferente.
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