La noche del sábado 17 de agosto, el Centro Videotron de Quebec se convirtió en el epicentro de un devastador fenómeno natural, aunque no fue la madre naturaleza quien lo desató, sino el imparable Osleys Iglesias Estrada. La alerta de tornado que se había anunciado para la ciudad de Quebec no podría haber sido más apropiada, ya que el boxeador cubano, apodado «El Tornado» arrasó en el cuadrilátero con la misma furia y devastación que un ciclón del Caribe.
Iglesias de 26 años, originario de Matanzas, Cuba, y actualmente residenciado en Alemania se enfrentó al ghanés Sena Agbeko en un combate de la división supermediana. Con un récord impecable de 12 victorias, 11 de ellas por nocaut, el cubano se presentó como una verdadera fuerza de la naturaleza, destruyendo a Agbeko en solo dos asaltos.
Desde el primer round, Iglesias salió decidido a acabar con su oponente. Con una presión incansable y una combinación letal de golpes, logró derribar a Agbeko con una secuencia de tres impactos que dejaron al africano tambaleante. Aunque la campana salvó a Agbeko en el primer asalto, la suerte no estuvo de su lado en el segundo.
El segundo round no fue más amable con el ghanés. Apenas había sonado la campana cuando Iglesias se lanzó sobre su presa con una furia renovada. Una brutal combinación contra las cuerdas, coronada por un uppercut de derecha que desmoronó la guardia de su rival, dejó al veterano boxeador tambaleándose. La situación era insostenible y el árbitro Steve St. Germain no tuvo más opción que detener la pelea de manera aceptada al minuto 1:16 del round, cuando Agbeko, acorralado, recibía golpes sin mostrar señales de poder defenderse.
Con esta victoria Iglesias se convierte en el primer boxeador en derribar a Agbeko y en el más rápido en detenerlo, superando el tiempo de su compatriota David Morrell por 27 segundos, quien logró la hazaña en diciembre pasado en una pelea por el título súper mediano regular de la AMB.
Tras el combate el púgil cubano declaró que su único objetivo era conseguir la victoria, sin intención de superar lo hecho por Morrell. No obstante, su actuación envía un mensaje claro: está listo para enfrentar a los mejores del mundo.
Aunque Agbeko no es considerado un peleador de élite, es un veterano sólido y respetado en la categoría B. Sin embargo las pesadas manos de Iglesias demostraron ser demasiado para el ghanés, quien se suma a la lista de víctimas recientes del cubano, como Marcelo Coceres y Evgeny Shvedenko, ambos derrotados en un solo asalto.
Iglesias ha venido avanzando en su carrera con poco ruido, pero si muchas nueces. Ahora la gran pregunta es si los grandes nombres de la división, como Chistian Mbili o Jaime Munguía se atreverán a enfrentarse a este tornado cubano que no muestra signos de desaceleración.
El equipo de Eye Of the Tiger, que maneja la carrera de Osleys tendrá que encontrar los rivales adecuados para su estrella en ascenso quien con cada combate demuestra estar más cerca de la élite mundial.