Si bien las temporadas de Grandes Ligas en ocasiones se tornan caprichosas no hay dudas de que el mercado invernal es en ocasiones más difícil de predecir. ¿Quién, en su sano juicio, podría haber vaticinado que los Bravos de Atlanta se llevaría a casa en aquella loca temporada los anillos más deseados de todo el béisbol?
Entonces, aplicando analogía, ¿quién podría predecir que el último ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional, su segundo, líder en efectividad de todas las Mayores en la temporada recién concluida, artista del strike, sin malas temporadas y poco propenso a las lesiones, llegaría al inicio de los entrenamientos primaverales sin trabajo?
Para poner mas picante a lo extraño del “offseason” llegan los samuráis japoneses y se roban el show de las contrataciones, imponiendo récords con números estratosféricos. Shohei Ohtani y sus 700 millones en diez temporadas con cifras diferidas (recórd absoluto para cualquier deportista en cualquier deporte) seguido de Yoshinubo Yamamoto y sus 325 millones en 12 años, de ellos 50 como bono de firma, que se constituye el mayor contrato obtenido por un lanzador en toda la historia del béisbol profesional.
Blake, al igual que otros cotizadísimos desempleados (J.D. Martínez, Cody Bellinger, Matt Chapman y Jordan Montgomery), es cliente de Scott Boras, reconocido como el mayor gurú del mercado beisbolero de las Grandes Ligas, a través de su agencia Boras Corporation. ¿Estará el que en ocasiones es llamado “dueño del invierno” perdiendo su toque?
¡Para nada! Solo para citar ejemplos, Prince Fielder firmó por 214 MUSD finalizando enero del 2012, Max Scherzer logró 210 MUSD desde los Nacionales en el 2015 en esta fecha, y Chris Davis obtuvo su contrato de 161 MUSD con los Orioles en el 2016 con la estrategia de dejar correr el tiempo y las ofertas.
El avezado agente presiona hasta el último minuto para sacar las mayores ventajas a sus clientes. En este punto todo parece indicar que Blake Snell y Boras buscan un contrato que esté acorde con sus resultados recientes y proyecciones a futuro.
Algo así como el que logró Trevor Bauer cuando ganó el Cy Young y luego firmó el contrato con mayor salario promedio para un lanzador hasta ese momento (40 MUSD en el 2021 y 45 MUSD en el 2022).
Si de imitar se trata (Trevor fue a los Dodgers que habían acabado de ganar la Serie Mundial del 2020) entonces el candidato para recibirlo sería los Rangers de Texas, actuales campeones de la Serie Mundial y que han mostrado no temer al uso de la chequera. Para un lanzador de su clase hay espacio en los 30 rosters de Grandes Ligas. Hoy ni siquiera el umbral de lujo es un problema porque los contratos con números diferidos están a la orden del día, por lo que hay una amplia gama de opciones.
No obstante, el tiempo corre y el 24 de febrero inician los partidos de primavera. Para entonces deberá tenerse una definición si Blake pretende ser el dueño de un montículo en el “Día Inaugural” de las Grandes Ligas.
Por lo pronto hay muchos rumores de un pez grande llegando al Bronx en los próximos días. Jim Bowden, de “The Athletic”, ha sido un abanderado de esta posibilidad. Lo cierto es que el 14 de febrero es el primer día en que los equipos pueden hacer movimientos hacia la lista de lesionados de 60 días dejando libres espacios en los rosters de 40 para viabilizar cualquier adición. La pista se pondrá incluso un poco más caliente.
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