El mes de julio de 2024 comienza y los Juegos Olímpicos de París ya tocan las puertas del calendario anual. El judo cubano posee una gran historia en estas lides, sobre todo el femenino. Diadenis Luna es una figura primordial para hablar de este deporte.
Diadenis Luna Castellanos nació en Santiago de Cuba, el 11 de septiembre de 1975. En Los Juegos Escolares Nacionales obtuvo seis medallas de oro, resultado que no estuvo ajeno al entrenador nacional Rolando Veitía. Terminó su paso en las categorías inferiores en 1992 y se unió al equipo nacional.
En 1995 logró resaltar, después de tres años compitiendo contra mayores. Ese año se consagra como la primera figura de la división de 72 kg y triunfó en el Campeonato Mundial de Judo de Shiba, Japón. Al desempeño en la justa del orbe hay que añadir, el título en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata y la Copa del Mundo de Osaka, Japón.
Un bronce con matices de oro para Diadenis Luna
Luna llega al año de las Olimpiadas de Atlanta 1996, en una condición óptima y con el cetro mundial como aval para imponerse. Sin embargo, una lesión en la clavícula al inicio de la competencia le arrebató en gran medida sus posibilidades de la gloria.
«En el primer combate me fracturé la clavícula. Competí en cuatro combates más y perdí con la francesa, una atleta muy fuerte. Fui a repechaje y con la misma cantidad de combates demás obtuve la medalla de bronce», aseveró la santiaguera.
También recuerda con mucho fervor esas olimpiadas por el nivel de unión del personal médico guiado por el doctor Álvarez- Cambra, y la fenomenal Driulis González, quien tenía una situación similar en cuanto a lesión que ella.
«Driulis Gonzáles estaba lesionada también, en su caso de la cervical, y ganó la medalla de oro. Se escondía de los entrenadores y médicos para entrenar, eso fue una motivación», recordó Luna.
Sidney 2000 y el dolor que se convierte en bestia negra
La historia de Diadenis Luna no se detuvo y después de Atlanta logró conquistar medallas de plata y bronce en los mundiales de Francia (1997) y Birnmingham (1999) respectivamente, en este caso en los 78kg. Por tanto, su trayectoria a Sidney 2000 avisoró otra gran actuación.
«En Sidney competí después de cuatro veces haber sido operada del codo derecho. Me lesioné la incisión del tríceps y me iban a operar después de los JJ.OO de antiguas lesiones pero esto cambió el panorama y lo hicieron de urgencia. Discutí en ese campeonato el bronce con la italiana que era campeona olímpica pero no pude», confesó.
La ex-atleta de 48 años de edad tuvo palabras para su gran entrenador Rolando Veitia a quien consideraba un padre. Además, destacó el nivel competitivo alto del equipo de judo cubano, que en esos tiempos era de los deportes que más medallas aportaba.
Actualmente se encuentra en China trabajando con jóvenes en esa nación. Con el paso del tiempo decidió quedarse con todo el sacrificio que requirió su medalla de bronce. En lo que respecta a la disciplina de judo, al cual considera su pasión, deseó mucha suerte en la cita estival para sus coterráneos.
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