La selección de Costa de Marfil se coronó campeona de África de manera anecdótica. Un certamen donde los ‘Elefantes’ transitaron por un sinfin de situaciones un tanto ilógicas, pero que precisamente hacen de este un título con un matiz distinto.
Para empezar, la Copa África se efectuaba en su propio país, lo que sin dudas supone un aliciente para cualquier equipo. Pero todo empezó mal, estuvieron al borde de la eliminación en fase de grupos donde solo pudieron ganar uno de tres partidos. Esto causó que su entrenador, el francés Jean-Louis Gasset dejara el puesto tras más de dos años, ya que creyó que estaban eliminados.
A partir de ese momento comienzan a suscitarse los primeros ‘milagros’. Mozambique le marcó dos goles a Ghana al minuto 91′ y otro al 94′, para darles pase a octavos de final. En medio de esa situación, se pusieron en contacto con Hervé Renard, el técnico que los hizo campeones en 2015, para que asumiera de emergencia en el banquillo de Costa de Marfil, pero la Federación Francesa de Fútbol respondió con un «no» rotundo.
No hubo otra que improvisar, por lo que tuvo que asumir como interino a un auxiliar, Emerse Faé, alguien sin previa experiencia dirigiendo al máximo nivel. Y bueno, debutó en los octavos eliminando a Senegal, el vigente campeón en ese momento. Luego en cuartos la increíble historia sumaría otro capítulo para quedar boquiabiertos.
Derrotaron a Malí (1-2) cuando en el minuto 90′ Simon Adringa empatara las acciones y llevara el partido a tiempo extra. Allí, y justo a segundo de ir a penales, Diakité dio la victoria y el pase a semifinales. Añadir que jugaron 10 hombres desde el minuto 43′ por una expulsión. Llegaron a esta instacia con la moral y la confianza por la nubes y sin muchos problemas vencieron al Congo (1-0). Sí, estaban a un partido de ser campeones continentales. ¡Cine!
En la final los esperaba la mismísima Nigeria, esa que contaba en sus filas con jugadores como: Osimhen, Chukwueze, Iwobi, entre otros. Arrancaron debajo, pero Kessié igualó las acciones (1-1) y un tal Sébastian Haller que hace poco más de un año luchaba contra un cáncer, puso el definitivo y mítico (1-2) para darle el título africano a Costa de Marfil.
Es la tercera vez en su historia Costa de Marfil, lo consiguió, las dos anteriores fueron en 1992 y 2015. Sin dudas se podría sacar una tremenda película de cómo lograron reivindicarse ante cada obstáculo para lograr un resultado histórico para su país, claro, no les faltó nunca esa pizca de suerte.
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