La Serie de Entrevistas de Backstage Deportivo en la Familia Cubana aún cuenta con varios episodios grabados que no han visto la luz. En este caso reproducimos algunas de las declaraciones ofrecidas por Andy Baquero, quien ha sido, además de uno de los mejores jugadores del fútbol cubano en la última década, también uno de los más carismáticos.
Su polivalencia le ha permitido asumir con la misma profesionalidad las modalidades de once y sala, algo al alcance de muy pocos futbolistas.
Un día, en uno de los tantos partidos internacionales a los cuales fue convocado por la selección de Cuba, decidió quedarse y abandonar la delegación para buscar un mejor futuro. Entonces sufrió las dificultades de un nuevo comienzo, de adaptarse a un mundo desconocido, pero sin arrepentirse y con el apoyo incondicional de su gente.
Así fue la fuga de Andy Baquero
Andy revela detalles de las convocatorias, como el mito de que les quitaban los móviles: «A las 10 de la noche pasaban con una caja para que entregáramos el teléfono, sí era así. Eso para nadie puede ser un secreto. Hasta el otro día nos quedábamos incomunicados».
Sobre el día en que se marchó de la concentración, recuerda: «Yo estaba en mi habitación mirando por una hendija de la puerta buscando el espacio y momento para salir. Me tropecé a Alejandro Portal y le dije: me voy. Me dio por confiar en él, quizás por nervios, porque generalmente uno no dice ese tipo de cosas por miedo a ser delatado».
«Y él me dice que se iba conmigo, incluso me indicó por dónde coger, fue el guía y salimos juntos por la puerta de emergencias del hotel. No nos encontramos a nadie en el camino gracias a Dios. Salimos y llegamos a casa de mi familia», añade.
Rememora Andy Baquero: «Yo tenía el pulover puesto, el teléfono y la billetera. Fuera de eso, perdí todo lo demás. Logré comunicarme con mi mamá y le dije: me quedé. Por suerte recibí todo su apoyo, yo dije que si ella me entendía no necesitaba más nada. Al otro día en casa de mis primos tuve que usar ropa de ellos, nos ayudaron mucho tanto a Alejandro como a mi. Mi familia nunca me dejó solo».
–¿Cómo fue la reacción de tu mamá al enterarse?
Muerto del nervio hablé con ella y me dijo que estaría siempre ahí para mí y que sería fuerte para que yo pudiera seguir adelante y cumplir mi sueño. Esa fue una confirmación y a partir de entonces todo fue más fácil.
—¿Cómo viviste los primeros días posteriores a tomar la decisión?
Los primeros días no pasaban las horas, me sentía loco porque me escribiera alguien de Cuba, esperando mensajes , videollamadas, entonces todo fue muy duro, casi no comía. Me despertaba por las mañanas y veía que no estaba en Santo Suárez, eso me tomó tiempo asumirlo. Pero todo fluyó.
Trabajé en la construcción, no me apena decirlo, fueron meses bien duros y para colmo en invierno. La primera nieve que sentí, la sentí en mis manos trabajando en la construcción. Pero conocí excelentes amigos, a jugadores que me introdujeron en el fútbol en Canadá, a gente de la música. Puedo hacer una película, pero ha sido duro.
—También hay quien dijo que Andy Baquero se había ido para dedicarse a la música…
Bueno, yo le abrí al Taiger un concierto aquí a los dos meses y al otro día tenía que trabajar en la construcción. Y por la noche a jugar fútbol. Una locura total, con poco descanso. Sin embargo, me sentía feliz. Sinceramente, lo veía como algo incluso cómico. Era parte de mi sueño, ¿por qué no?