El enfrentamiento en el estadio Calixto García de la ciudad de Holguín entre los locales y los actuales líderes del torneo, Pinar del Río, brindó a los aficionados presentes el pasado miércoles, 10 de abril una acción desagradable y poco habitual dentro de un terreno de béisbol.
Habían transcurrido cinco entradas cuando los visitantes amenazaban con ampliar su ventaja y al cajón de bateo llegaba el bateador designado Yasiel Agete, Sin embargo, a pesar del marcador positivo para los vueltabajeros el jugador quedó inconforme ante el conteo del árbitro principal del desafío Misael Cala, quien en conteo de dos strikes y tres bolas envió para el banco al jugador por la vía del ponche, con un lanzamiento en la esquina interior.
Esta decisión provocó la molestia del pinareño, a tal punto de intentar agredir al principal con un swing al recibir la expulsión del encuentro.
Después de una semana, la Comisión Nacional de Béisbol hizo pública, durante Conferencia de Prensa, la medida aplicada al jugador por la acción que intentó llevar a cabo en la Ciudad de los Parques. Se trata de la suspensión de tres encuentros, y para sorpresa son los mismos en los cuales estuvo ausente durante el resto de la subserie.
¿Solo tres juegos por intentar agredir a una persona en un espectáculo público en Holguín?
El reglamento del torneo en su capítulo IV “Las violaciones de la disciplina” indica en su artículo 16:“La autoridad actuante ante cualquier violación de la disciplina velará porque la medida que se le imponga al infractor lleve implícito el rigor y el carácter educativo. En torno a lo anterior las indisciplinas se califican como faltas: Muy Graves, Graves y Leves, en todos los casos se tendrá en cuenta para su aplicación las características del infractor, circunstancias en las cuales se produjeron, gravedad y trascendencia del hecho, trayectoria deportiva y consecuencias para el equipo y sociedad”.
Mientras en los siguientes artículos 17 y 18 aparecen reflejadas las llamadas faltas muy graves y graves respectivamente, dentro de las cuales pueden encontrarse:
- agredir físicamente a otro atleta, entrenador, directivo, árbitro o al público presente en un espectáculo deportivo o al finalizar el mismo;
- ofender, amenazar o provocar con palabras o gestos a otro atleta, entrenador, árbitro, directivo o público presente durante una competencia o fuera de ella.
Si tenemos en cuenta las imágenes del hecho el jugador no llegó hasta la agresión, pero existió un intento de agredir al encargado de impartir justicia sobre el terreno de juego.
Más adelante en el propio documento, exactamente en el capítulo VI “La Agresión Física” aparece el artículo 23, donde en su segunda parte se expone:
“Comete una falta deportiva contra otra persona aquel que realice los hechos siguientes:
- Quien agrede físicamente a un jugador, árbitro, directivo o entrenador, en forma personal valiéndose de algún objeto o instrumento deportivo, durante la realización de un juego de Béisbol y le ocasione lesiones que requieran atención médica, será suspendido de un (1) año a cinco (5) años de la práctica y participación en la competencia, según el nivel de participación de los implicados.
- Los comportamientos, actitudes, gestos agresivos y antideportivos de los jugadores, técnicos o entrenadores cuando se dirijan a los árbitros o al público asistente en general, así como los actos de intimidación o coacción realizados contra otros jugadores, técnicos, directivos y autoridades deportivas, serán considerados una indisciplina grave.
¿Acaso no fue esta una indisciplina grave? ¿Por qué solo tres encuentros?
Durante temporadas anteriores muchas fueron las situaciones donde jugadores cometieron indisciplinas y sus sanciones fueron extremadamente duras. Estan los casos de Lisban Correa, Freddy Asiel Álvarez, Yosvani Alarcón, entre otros. Cada uno recibió en su momento la medida según lo estipulado por el reglamento oficial del torneo, pero ¿por qué hacerse de la vista gorda con lo sucedido en el Calixto García?
Si bien la molestia del jugador no llegó a provocar una situación aún más alarmante, lo vivido en ese momento requiere de una suspensión mayor a tres encuentros, pues hablamos del mayor espectáculo deportivo de la isla y un hecho que pudo atentar contra una persona. Además de no resultar esta jugada un buen ejemplo para esos niños presentes en la instalación, y que en un futuro serán los encargados de defender a sus provincias en las Series Nacionales.
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