El Stade de France fue testigo este 3 de agosto de una jornada atlética condicionado por la lluvia, lo cual provocó que no se lograran grandes saltos. Para muchos especialistas, la pregunta radicaba en qué atleta podría convertirse en la nueva reina y sustituta de la extraclase Yulimar Rojas, quien se perdió el evento debido a una lesión en el tendón de Aquiles sufrida unos meses antes.
Para el asombro de todos, Thea Lafond, de Dominica, logró llevarse «El Gato al Agua» gracias al salto logrado durante la segunda ronda, donde marcó 15.02 m. De esta manera, Lafond le dio a su país la primera medalla de oro de la historia en unos JJOO, además de romper el récord nacional.
En sus terceros olímpicos, Lafond suma esta medalla a la plata y el bronce logrados en los Mundiales del 2022 y 2018 respectivamente. La plata fue al cuello de la jamaiquina Shanieka Ricketts, gracias a un salto de 14.87 m, mientras que el bronce se lo colgó la joven estadounidense Jasmine Moore, con un registro de 14.67 m.
Las cubanas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea, quienes tenían grandes posibilidades de subir al podio, vivieron una competencia muy discreta; en muchos momentos se visibilizó la presión psicológica con la que estaban compitiendo.
Pérez llegó a París como número 1 del mundo, habiendo subido al podio en los dos últimos Mundiales, y ganado todas las paradas de la Liga del Diamante en las que participó en este 2024. Tenía en su poder la mejor marca de la temporada, y en la clasificación del día anterior había logrado igualmente el mejor registro. Su propósito no podía ser otro que lograr el oro y sumarlo a su Campeonato Panamericano.
Todo este palmarés, sumado a las malas actuaciones de los atletas cubanos durante los presentes Juegos, hizo que las autoridades y periodistas depositaran grandes esperanzas en ella para lograr darle la primera gran alegría a su país. Finalmente, Leyanis concluyó en el quinto lugar con un discreto salto de 14.62 m en su primera oportunidad.
Por su parte, su compatriota Povea, quien había sido medallista en el último Campeonato Mundial y quinta en los anteriores olímpicos, culminó en la cuarta posición con un salto de 14.64 m. De este modo, se le esfumaron a Cuba las posibilidades más claras de medalla en el atletismo olímpico y así sumar sus primeras medallas oficiales al medallero.