Resulta imposible hablar de la historia del voleibol cubano sin mencionar los nombres de Joel Despaigne y Osvaldo Hernández, devenidos puntales del plantel de la Mayor de las Antillas durante la década de los noventa.
Hoy sus hijas se empeñan en seguir esos pasos, aunque defendiendo a una nueva selección nacional, la de la tierra donde sus padres se han radicado desde hace un buen tiempo. Hablamos de Noemi Despaigne y Vanessa Hernández.
¿Cómo han sido sus carreras deportivas en el voleibol de Italia?
Empecemos por esta última, la de más reciente actividad con un cuadro bambino. Vanessa Hernández Suárez nació en Cuba, pero desde unos años se trasladó a vivir en la nación europea.
Es pasadora, mide 1.81 m de estatura y tiene 16 años de edad. Desde la campaña 2022-2023 ha visto acción con las divisiones inferiores del club Volleyró Casal de´Pazzi, sobre todo en la Serie B2 de ese país.
Su presencia en el cuadro nacional del voleibol italiano está muy reciente, pues fue una de las medallistas de bronce en el primer Campeonato Mundial Sub-17, celebrado en Lima, Perú, entre el 14 y el 25 de agosto pasados.
Antes, Vanessa había terminado igualmente con la presea de bronce en el Campeonato Europeo Sub-18 disputado en Grecia y Rumania, a inicios de julio.
El otro caso es la atacadora auxiliar Noemi Despaigne, hija del estelar Joel Despaigne, quien tiene 18 años de edad (cumplirá 19 en el mes de diciembre) y mide 1.84 m de estatura.
Noemi jugará en la contienda 2024-2025 con el elenco Azimut Giorgione, de la Serie B1 del voleibol italiano. Ha llegado a ver acción hasta en la Serie A2, durante dos ediciones (2021-2022, 2022-2023) cuando formaba parte del Club Italia.
Su presencia con la escuadra nacional italiana ocurrió durante el Festival Olímpico de la Juventud Europea acontecido en Eslovenia, en julio del 2023, como integrante de la selección sub-19. En ese evento resultó reconocida como la mejor sacadora (17 aces), fue segunda entre las máximas anotadoras (igualada a 83 puntos con la anfitriona Mija Siftar) y acabó cuarta en puntos por ataque (64).
En teoría Vanessa pudiera ser fácilmente convocada por la selección cubana en un futuro para eventos internacionales, mientras que Noemi requeriría completar procesos legales con vistas a su inclusión.
En la práctica dudamos que ello se materialice, teniendo en cuenta que ambas atletas se encuentran en el radar de un plantel italiano competitivo en el plano internacional, todo lo contrario a una escuadra cubana donde los cambios de jugadoras son la orden del día tras cada torneo de voleibol, unido a una dirección que no genera expectativas con lo que puedan brindar para la formación de sus atletas.
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