Lázaro Martínez clasifica a la final con susto incluido

El cubano Lázaro Martínez vivió un buen susto este sábado en el Centro Nacional de Atletismo ubicado en la ciudad húngara de Budapest, dónde casi queda fuera de la final del triple salto, hasta su último intento de la ronda de clasificación, en el cual se estiró hasta los 17,12 metros y logró incluirse entre los aspirantes a la lucha por medallas.

También clasificó a la final su compatriota Cristian Nápoles, quien pese a no superar la barrera de los 17 metros, pues a la postre logró 16,95, pues pudo acabar sin ningún tipo de complicaciones entre los que buscarán preseas, en una modalidad en la cual el jamaicano Jaydon Hibbert consiguió un extraordinario salto de 17, 70 y concretó su favoritismo para ganar la corona en Hungría.

El otro cubano presente en esa prueba según las inscripciones, Alexis Copello, quien compite por Azerbaiyan, aparece sin marca registrada en la página oficial de World Athletics, mientras como se había anunciado hace pocos días, Pedro Pablo Pichardo renunció a participar debido a una lesión y no podrá retener su título de Eugene 2022.

En esta prueba el otro candidato a subir a lo más alto del podio, Hugues Fabrice Zango logró 17,12, así que la pugna por las medallas está planteada y Cuba tiene la esperanza de que Lázaro Martínez consiga un buen resultado para aspirar a medallas.

El otro cubano, además del martillista Ronald Mencía, que salió este sábado al campo y pista del estadio situado a las orillas del Danubio, fue el discóbolo Mario Díaz, quien concluyó su participación en la prueba con una secuencia muy pobre de 56,75 en su primer intento, 56,59 en su segundo y 58,03 en su tercero, una actuación bien discreta que le llevó a situarse bien atrás en la clasificación, con el puesto 33 a la postre.

La jornada dejó ya las primeras muestras del gran espectáculo que es el atletismo mundial a día de hoy, por ejemplo, con el brutal éxito de Estados Unidos en el relevo mixto, con récord del mundo incluído y la caída de la holandesa Fenke Bol cuando parecía que tenía controlado el primer puesto de la competencia.

Otro que impresionó, aunque ya es habitual, fue el balista estadounidense Ryan Crouser, quien impulsó el implemento más allá de los 23 metros, hasta 23,51 , lo cual constituye récord para campeonatos mundiales. El Asterix norteamericano volvió a provocar la frustración de sus rivales con una marca que es de lo mejor de la historia.

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