En los últimos años, el béisbol cubano ha enfrentado una serie de desafíos que han llevado a muchos jugadores a replantearse su futuro en la isla. Uno de los temas más críticos ha sido el salario, que no se ha ajustado a las crecientes expectativas y necesidades de los peloteros. En este contexto, cinco destacados jugadores de Ciego de Ávila han tomado la difícil decisión de pedir la baja del béisbol cubano, un acto que refleja la frustración generalizada entre los atletas de la isla.
Según Osniel Hernández, en el grupo de Facebook «Los Tigres Avileños Serie 64», los cinco atletas que han alzado su voz por esta situación son Gustavo Brito, Osvaldo Vázquez, Alexander Jiménez, Liosvany Pérez y Rubén Valdés. Todos ellos han expresado sus sentimientos respecto a la falta de compensación adecuada por su arduo trabajo y dedicación al deporte.
Gustavo Brito comentó en la publicación: «Soy Gustavo Brito. Reitero, no es problema con el equipo y mucho menos con la dirección. Solo es el problema del salario, que no nos da para nada, y tengo una familia que mantener. Me duele por el equipo y por esa dirección que me dio la confianza, pero eso no está en sus manos». Esta declaración pone de manifiesto la lucha diaria que enfrentan muchos atletas cubanos para equilibrar sus pasiones deportivas con las responsabilidades familiares.
Osvaldo «El Titi» Vázquez también compartió su sentir: «Soy el Titi Vázquez. No me voy por problemas del equipo, al contrario. Mis saludos y respetos para la dirección, y más para Dany Miranda. Me da tremenda pena no haber seguido con los Tigres Avileños, pero me retiro del equipo por problema salarial». Su mensaje resalta el respeto que tienen hacia sus entrenadores y compañeros, a pesar de las difíciles decisiones que deben tomar.
En cuanto a sus contribuciones en el terreno de juego, Rubén Valdés fue uno de los mejores bateadores del equipo, promediando .327, y lideró al conjunto con 11 jonrones, 93 hits y 60 carreras impulsadas. Liosvany Pérez, como primer bate de los Tigres, tuvo un promedio de .305 (269 turnos al bate – 83 hits), conectando 19 dobles, dos triples y cuatro cuadrangulares. Por su parte, Alexander Jiménez mantuvo una línea ofensiva de .280/.334/.642, siendo un pilar fundamental en la ofensiva avileña al empujar 38 carreras y anotar en 37 ocasiones.
La decisión de estos cinco peloteros no solo afecta a Ciego de Ávila, sino que también refleja una tendencia preocupante en el béisbol cubano en general. La búsqueda de mejores condiciones salariales ha llevado a muchos talentos a considerar oportunidades en ligas extranjeras, lo que plantea interrogantes sobre el futuro del béisbol en la isla.
La marcha de estos jugadores subraya la necesidad urgente de reformas que permitan a los atletas cubanos prosperar y continuar representando a su país con orgullo. La situación actual exige una reflexión profunda sobre cómo se valora el talento y el esfuerzo de quienes dedican sus vidas al deporte nacional.
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