Osvaldo Alonso ha sido uno de los jugadores más importantes de la historia del fútbol cubano por lo logrado a lo largo de su trayectoria en la MLS del balompié estadounidense, donde ha sido de igual manera uno de los futbolistas más influyentes de los últimos 15 años. Nacido en Cuba, ha tenido incluso la posibilidad de jugar en Europa. Pudo ser el primer hombre nacido en la Isla en formar parte de la Premier League.
Sin embargo, la vida no siempre va en la dirección en que uno piensa o desea, y en el caso de Alonso fue para bien, pues la carrera construida en Estados Unidos es de un enorme prestigio. Allí su talento ha sido valorado y visto por otras entidades importantes en el mundo como Everton, West Ham, o Valencia. Con la selección norteamericana tampoco pudo estar, pese al interés manifiesto de Jurgen Klinsmann, porque Cuba no le ofreció el autorizo necesario ante FIFA. Pese a ellos, Ozzie es feliz con lo logrado.
“Entrené en el Everton cuando estaba más joven, pero las pruebas en las cuales sí tenía la chance de jugar en la Premier fueron en el West Ham, donde permanecí un tiempo muy bien, pero no me dieron el permiso de trabajo, ya que debía jugar el 50 por ciento de partidos del equipo para seguir allí o ser europeo. Tuve muchas opciones de hacer el grado para ir a Europa, pero nunca se me dio porque Seattle siempre pedía más dinero en las negociaciones. Hubo rumores también con el Valencia, Mallorca, Tigres de México…”, confiesa en entrevista reciente con la Familia Cubana.
“El equipo que más me atrajo fue el Valencia. Mi agente me comentó del interés de ese club y le mostré mi disposición, pero nunca se concretó nada y después me enteré que Seattle puso las cosas muy difíciles. Al final me acomodé, empecé a renovar mis contratos por mucho más dinero y me dije: estoy en Estados Unidos, un país al cual llegué, una ciudad que me conoce, me están pagando bien, tengo a mi familia y es mejor ser cabeza de ratón que cola de león”, aclara el talentosísimo mediocampista nacido en Cuba.
“La gente habla de que si “dio o no dio la talla”, pero he jugado con futbolistas de gran nivel, campeones del mundo incluso, y lo que me han dicho me reconforta, por eso lo que hablen los demás me da igual. Si hubiera nacido en España o Brasil a lo mejor todo me habría resultado más fácil, pero imagínate, para firmar a un futbolista cubano se lo piensan cinco o 10 veces”, asegura.
Alonso piensa, de todas formas, que todo ese interés le ofreció momentos lindos y se siente feliz de lo que ha hecho. “A lo mejor me habría ido y no hubiese jugado, aquí fui feliz”, piensa y valora el camino transitado.
Otro pasaje oscuro fue cuando tuvo la oportunidad de representar a Estados Unidos: ”Fue cuando me hice ciudadano, el agente me comentó sobre eso, pero que la única dificultad era que Cuba tenía que mandar un permiso a la FIFA diciendo que me fui de allí y ya no tenía nada que ver con ellos. Fueron años tratando de conseguirla, pero nunca sucedió”.
“La Federación americana hizo todo lo posible, ir a un Mundial era mi sueño, estaba en mis mejores años en la MLS y Klinsmann vino directamente a conversar conmigo y a decirme que estaban realizando el esfuerzo de llevarme con ellos. Es una espinita que tengo enterrada. Ya lo he superado, sé como funcionan las cosas en mi país y tuve que pagar ese precio por tomar la decisión de salir de Cuba”, explica.
Por último, Osvaldo Alonso confiesa que le dolió su salida de Seattle, aunque fue lo mejor para su carrera y para el futuro de su familia: “Sí me dolió mucho salir de Seattle por la forma en que se dieron las cosas. Llegó un nuevo gerente en 2015 y las relaciones de inicio no fueron las mejores. Él quería llegar y cambiar radicalmente muchas cosas en el equipo, y yo le dije que no estaba de acuerdo. Parece que eso no le cayó bien. Minesotta me valoró y me ofreció algo superior, le agradezco por siempre”.