París 2024 ha sido un tema de cuestión por estos días en Cuba. A pesar de los problemas en el país se esperaban mejores resultados deportivos, que pudieran refrescar un poco el orgullo nacional.
Entre tanto trago agridulce con el buque insignia, el boxeo empezó a derrumbarse por la proa desde el primer día con la derrota en el primer combate de Julio César La Cruz, capitán de la escuadra y abanderado de la delegación cubana. A partir de ese momento no eran pocos los que vaticinaban lo peor.
Solo Erislandy Álvarez, con su medalla de oro, y Arlen López, con bronce, evitaron que el agua hundiese las ilusiones de los cubanos, todos pasajeros de esta delegación.
La lucha es el mesías de Cuba en París
Ya en Tokyo dejó retoques una vez más de la salud de este deporte y la importancia que tiene hoy para todas las aspiraciones en eventos multideportivos. Fueron tres medallas obtenidas en esa ocasión, los títulos de Mijaín López y Luis Orta, así como el bronce de Reineris Salas, «el gimnasta», en el estilo libre. El boxeo en este caso si cumplió su rol y conquistó cuatro metales dorados y uno de bronce. Al final del evento multideportivo, Cuba quedó en el lugar 14 por países.
En Santiago de Chile en los Juegos Panamericanos la lucha en sus dos estilos constituyó el motor impulsor de la delegación. Con ocho medallas de oro, de 30 obtenidas por Cuba, aportaron al quinto lugar discreto obtenido por la Mayor de las Antillas en la justa.
Con una de las delegaciones de menor cantidad de atletas, 62 para ser exactos, siete menos que en Tokyo, Cuba se propuso emular esta actuación. No es la cantidad , sino la calidad de los que llevan en su peso la carga de representar al país con más oros entre los países de habla hispana, lo cual no cuadra esta vez con la predicción.
El fenómeno de la migración golpeó el deporte de forma contundente en los tres años de duración del ciclo olímpico. Hoy son 21 los cubanos que compiten por otros países en París, realidad que al parecer no se tomó en cuenta. Varios de ellos campeones olímpicos y mundiales, como Fernando Dayan, Yaime Pérez, Yoenlis Feliciano Hernández, entre otros.
Lucha cubana en los Juegos Olímpicos de París 2024
Con este contexto llegó el día 5 de agosto en que debutó la lucha en el torneo. Con el impulso que le dio su hombre seguro y tetracampeón olímpico, Mijaín López. Este hizo resurgir el puesto de la nación en el medallero y el factor psicólogico de sus compañeros. Tanto es así que el aporte no se hizo esperar, con el triunfo de La Herradura vinieron los bronces de Orta y Gabriel Rosillo, junto a la plata de Yusneylis Guzmán en el estilo libre femenino. La grecorromana en este sentido terminó segunda por países por detrás de Irán.
De pronto aparecieron las medallas, y ya son seis las que suma el país. Todavía quedan libristas que pueden regalar más preseas, al igual que Yarisleidis Cirilo en el canotaje, Rafael Alba en el taekwondo y hasta una que otra sorpresa puede aparecer.
Al parecer en una de las circunstancias más difíciles que vive el país, el espíritu de combatividad del cubano, se ve más reflejado en este deporte. La lucha desde que te levantas hasta que te acuestas, es la lucha que gana en los Juegos Olímpicos como si fuese un trabalenguas escrito, para que entiendan solo los cubanos.
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