Los Athletics han vuelto a apostar por un brazo que ya conocen bien. El zurdo Matt Krook firmó un contrato de ligas menores y fue asignado a Triple-A Las Vegas, con miras a recibir una invitación al spring training. No es un fichaje mediático, pero sí es uno que encaja en el tipo de apuesta que suele hacer la organización: bajo costo, alto movimiento de pitcheos y la esperanza de exprimir valor donde otros no lo vieron.
Krook, de 31 años, ya había pasado por el sistema de los A’s el año pasado. Subió brevemente al roster de 40, salió igual de rápido y terminó reclamado por Cleveland, aunque nunca llegó a lanzar en MLB para ellos. Cerró la temporada como agente libre y los A’s no tardaron en traerlo de vuelta.
Su historial en Grandes Ligas es duro de ver: 16.20 de efectividad en apenas 8 1/3 entradas repartidas entre Yankees, Orioles y A’s. Nada sostenible, nada que indique “aquí hay un roster spot”, pero también hablamos de una muestra tan pequeña que no sirve para definirlo por completo.
Donde Krook sí ha mostrado un motivo para mirar dos veces es en Triple-A. Desde 2023, como relevista a tiempo completo, acumula 125 2/3 innings con 2.94 de ERA, una tasa de ponches del 32% y, sí, demasiados boletos (16.7%). Es un perfil extremo: mucho swing fallido, mucho rodado, mucho descontrol. En 2025 lanzó 48 entradas con 3.19 ERA, 29.8% K, 15.6% BB y un impresionante 65.1% de roletazos. Ese combo —ponches y bola al piso— es lo que intriga a los A’s.
No tira duro (su recta no toca las 90 mph), pero sus lanzamientos tienen un movimiento tan incómodo que generan contacto débil de forma consistente. Es el típico zurdo “raro”, y ese tipo de rareza suele tener valor si el comando mejora aunque sea un poco.
¿Qué puede aportar Matt Krook realmente a la organización?
Para ser directos: Krook no llega para competir desde el día uno por un puesto en el bullpen de MLB. Llega como profundidad zurda no roster, un seguro por si algo falla con Hogan Harris o Brady Basso, los dos zurdos actualmente en el roster de 40.
Lo que Krook sí puede ofrecer, si logra evitar regalar bases gratis, es:
• Un perfil distinto: movimiento absurdo y ángulos incómodos que rompen el ritmo de un lineup.
• Rodados a montones en un parque grande como será el de Las Vegas en 2028.
• Una posibilidad real (aunque pequeña) de convertirse en un relevista situacional útil, sobre todo contra bateadores zurdos con problemas contra sliders o sweepers.
El margen de error es pequeño. No tiene opciones disponibles si lo suben, así que cualquier llamado a MLB tendría que estar justificado al máximo. Pero es barato, controlable y, sobre todo, diferente. Y a veces lo “diferente” es exactamente lo que los A’s buscan para intentar sacar valor en el bullpen.

