Los Dodgers extienden la serie a 7 juegos durante una película de terror salida de las tinieblas de los estudios de Hollywood para la afición local durante la noche Brujas. Esta historia de pesadillas de 27 outs culminó con una espectacular y controversial doble matanza que extiende la agonía de alcanzar el sueño de los Azulejos y envía el Clásico de Otoño al drama Final del 7mo juego en terreno canadiense.
En una noche que comenzó con alegría y optimismo para los de casa con el abridor Kevin Gausman abanicando 7 de los 8 primeros toleteros que enfrentó, pero el nido canadiense (Rogers Centre) poco a poco se transformó en un escenario de terror para los presentes. Los Dodgers se negaron a morir, superando a los Azulejos con un apretado marcador de 3-1 en el Juego 6, forzando así un dramático y decisivo séptimo partido en el Clásico de Otoño.

Halloween Beisbolistico
El sexto partido se jugó en el mismo Día de Brujas, y los californianos sacaron provecho de un ambiente que, aunque festivo, se volvió oscuro y tenebroso para los fanáticos de los Azulejos al final de la noche.
El lanzador japonés Yoshinobu Yamamoto fue el primer acto de suspenso de los Dodgers, lanzando una sección de pitcheo digna del escapista Houdini, que logró silenciar a la peligrosa ofensiva de Toronto. Yamamoto blanqueó a los bates azules durante gran parte del encuentro, cediendo solo una carrera y limitando el daño para dar la ventaja a su equipo.
La ofensiva de los Dodgers solo capitalizó en UNA entrada, cuando el receptor Will Smith rompió el cero con un doble impulsor, seguido por un hit salido directamente del bate de ultratumba de Mookie Betts, quien vive uno de sus peores slumps ofensivos de la postemporada, que produjo dos carreras cruciales, poniendo el marcador 3-0. Los Azulejos respondieron rápidamente con una rayita producida por el oportuno George Springer, pero eso fue todo lo que pudieron exprimir al picheo visitante.
¿Viernes 31 de octubre, o viernes 13 de Alfred Hitchcock?
La tensión alcanzó niveles de premier de cine de terror nocturno en la novena entrada. Con el encuentro en ventaja para los visitantes por 2 carreras, los bates de los Azulejos intentaron revertir los espejismos y vudú de la escena con un rally que despertó a la hipnotizada afición, y puso a temblar el Rogers Centre.
Todo comenzó con un pelotazo al careta mexicano Alejando Kirk, quien fue reemplazado por el veloz Myles Straw, seguido por un oportuno, pero frustrante, doblete del bate de Addison Barger que quedó incrustado en la barda protectora del center-right field, lo que impide que el corredor de primera anotara cómodamente. Con corredores en segunda y tercera SIN OUTS, era la escena final de la película: la remontada histórica o la aniquilación del protagonista.
En una movida que sorprendió hasta los más experimentados analistas de béisbol, el manager Dave Roberts trajo a Tyler Glasnow, que se esperaba que fuera el abridor de un eventual 7mo juego, a relevar las acciones.
Con el público al borde del colapso y con las esperanzas al máximo, el toletero Ernie Clement, uno de los más productivos y consistentes de los locales en esta postemporada, pasa a consumir turno con la oportunidad de igualar las acciones con un imparable, pero falla de una manera inusual para el con el primer lanzamiento del turno con un elevado indefenso a las manos de Freddie Freeman para poner en inning en 1 out pero con las opciones 100% abiertas para igualar las acciones en el bate de Andres Gimenez.
En conteo de una bola sin strikes, el campocorto venezolano Gimenez conecta una línea tendida al jardín izquierdo, pero ubicado a la perfección, el purtorriqueno Kiké Hernández se vistió de héroe y verdugo en cuestión de segundos!. Hernández atrapó la línea y haciendo alarde de una precisión quirúrgica en el tiro a la segunda base para combinarse con el venezolano Miguel Rojas y sentenciar una espectacular doble matanza que puso el último out en la pizarra.
La acción fue tan dramática y definitiva que muchos aficionados la compararon con un giro inesperado digno de la película «Sexto Sentido» (The Sixth Sense), donde lo que parecía estar vivo de repente revela su naturaleza fantasmal.
En 2 frases podemos resumir la noche:
– Para los Dodgers, fue un truco salvador;
– Para los Blue Jays, una terrorífica travesura de Halloween.
Con la serie empatada a 3-3, todo se definirá esta noche, en el Juego 7 donde se enfrentarán Max Scherzer vs Ohtani.
Dato curiosos:
1. La última vez que la serie mundial llegó a un 7mo juego, fue en 2019 cuando los Nacionales de Washington de Max Scherzer se alzaron con el trofeo de campeones, la afición canadiense espera con ansias que se repita la historia en la noche de hoy.

2. En una nota que vale la pena compartir en cuanto a lo que representa la familia del deporte, todos los relevistas de los Azulejos de Toronto colocaron el número 51 en sus gorras para unirse las muestras de apoyo para el relevista de los Dodgers Alex Vesia que se encuentra alejado del baseball por severos problemas familiares.


