Un doble rol histórico en el diamante
Korey Lee inscribió su nombre en la historia de los Medias Blancas al convertirse en apenas el tercer jugador de la franquicia en fungir como receptor y lanzador en un mismo partido. El hecho ocurrió durante la derrota 12-1 ante los Reales en el Guaranteed Rate Field, un registro que no se veía desde 1902.
Lee ingresó como receptor en el séptimo inning y posteriormente subió al montículo, donde trabajó dos entradas en su debut como lanzador, permitiendo una carrera, cuatro hits y dos boletos en 31 lanzamientos (17 strikes). Aunque el contexto no fue el ideal —con el equipo ya fuera de contienda y abajo por 11 carreras—, el esfuerzo del jugador permitió dar descanso al bullpen y cumplir con el compromiso competitivo.
https://www.instagram.com/p/DN6Z4ehAS8x/?igsh=c2Vwa2Z4dHo2Y2Nq
El registro coloca a Lee junto a Frank Isbell y Sam Mertes, quienes en 1902 fueron los primeros en la historia de la organización en alternar entre la receptoría y la lomita en un mismo juego. Según Statcast, Lee alcanzó hasta 89.5 mph con su recta y sorprendió con un slider de apenas 42.8 mph.
Más allá del marcador adverso, la actuación reflejó la versatilidad y compromiso del joven pelotero. “Como receptor, uno lanza bastante. Mi brazo está en forma para eso. Simplemente intenté tomar las cosas con calma y ayudar al equipo”, declaró Lee tras el encuentro.
El manager Will Venable destacó la actitud del jugador en un rol poco común: “Uno sólo espera que el jugador pueda salir sano y lanzando strikes. Y él hizo un muy buen trabajo”.